Uso y manejo de una Boya de superficie


Una boya de seguridad (también conocida como boya de descompresión o por sus siglas en inglés SMB), es un elemento de seguridad que todo buen buceador recreativo debe llevar en su equipo. Así mismo, deberá estar instruido en su uso para conseguir lanzarla siempre con rapidez y seguridad.

Descripción:

Básicamente se trata de un cilindro inflable de longitud variable según modelo (generalmente entre 1,20 y 3 m.), que una vez desplegado y lanzado en profundidad mediante el insuflado de aire en su interior, va sujeto por un cabo o cordel que sale de un carrete que sostiene el buceador y que deberá ser lo más simple y sencillo posible.





Usos:

Contrariamente a lo que podría deducirse de su denominación más generalizada, “boya de descompresión”, no es un accesorio necesario ni imprescindible únicamente para buzos que vayan a hacer inmersiones más allá de la curva de seguridad. Cualquier buceador deberá incorporarla a su equipo por razones diversas, algunas de las cuales se citan a continuación.
Como elemento de señalización ante la emersión del buzo: La presencia de la boya en superficie anuncia la existencia del buceador a las embarcaciones del entorno que deberán dar resguardo suficiente para que este pueda salir a la superficie con seguridad.
Como apoyo a la flotabilidad del buzo en determinadas situaciones de rotura de la vejiga del jacket o alguna de sus válvulas de vaciado/sobrepresión.
Como elemento señalizador en situaciones de deriva y/o abatimiento del buzo/náufrago en superficie. La altura de la boya le ayudará a ser detectado desde embarcaciones bajas en situaciones de oleaje.
Para dejar señalizado un punto del fondo marino, siempre y cuando se disponga de cordel en longitud suficiente.
Como apoyo para realizar paradas de seguridad o descompresión.



Modo de empleo:

A día de hoy el carrete más simple, sencillo y robusto que hay para estas boyas es el de tipo conocido como spool (“carrete” en inglés), por lo que este artículo va a explicar el modo de empleo de la boya con este tipo de carrete. Cuando ya hayamos decidido lanzarla, y en flotabilidad neutra con nuestros pulmones llenos de aire, procederemos con estos pasos:
Desenrollaremos la boya.
Quitaremos el mosquetón doble clipandolo a alguna anilla de nuestro jacket.
Observaremos en lo posible que el camino que va a recorrer la boya en su ascenso se encuentra libre (de otros buceadores, de embarcaciones, de rocas si se está en una pared…).
Insuflaremos en el interior de la boya el contenido de aire de nuestros pulmones, con lo que no ganaremos flotabilidad extra ya que inmediatamente dejaremos ir la boya mientras sujetamos el carrete entre los dedos índice y pulgar. Para quienes no tengan mucha capacidad torácica o lleven una boya especialmente larga, pueden usar el octopus para inflarla, calculando que sólo es necesario llenar de aire la mitad de la boya a -10 metros ó 1/3 de esta a -20 metros.
Una vez la boya ha llegado a la superficie (el carrete habrá dejado de girar), volveremos a recoger el cabito con el mosquetón doble y a volver a asegurarlo en un agujero del spool.
Iniciaremos el ascenso recogiendo el cabito en el spool. Cuando llevemos una buena cantidad recogida, podemos volver a evitar el desenrollado accidental volviendo a recoger el cabito con el mosquetón, asegurándolo de nuevo a un agujero del spool, cosa que podemos hacer cuantas veces estimemos oportunas.

Es conveniente tener preparada nuestra boya para poder fijarle en su extremo superior algún tipo de luz estroboscópica que adjuntaremos a ella antes de lanzarla en inmersiones nocturnas.



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